Estos días leyendo material sobre mindfulness, he encontrado una distinción que considero muy relevante: la diferenciación entre los términos relajación, mindfulness y meditación. En no pocas ocasiones, se han considerado iguales. Aquí van unas pequeñas pautas sobre ellos.
Relajación: Se activan las onda alfa del cerebro. Busca un descanso físico, una calma sin ninguna otra intención que liberar tensiones y tener una respiración más tranquila. Tomar algo en una terraza de un bar, podría ser tomado como una relajación.
Mindfulness: Se activan ondas beta y alfa. Buscaría algo más allá de la simple relajación. De hecho, estarrelajado facilita la práctica del mindfulness. Busca centrarnos en el momento presente, en el aquí y ahora con una atención plena y sin juzgar lo que sentimos, pensamos o notamos en cualquier momento y circunstancia de nuestra vida. Aquí ya hay una intención, no un simplemente «a ver qué pasa».
Meditación: Se activan principalmente ondas theta y gamma. Es el último paso en nuestro camino. Aquí, además de la intención, existe ya también la concentración, y una concentración profunda. Se han llegado a ver incluso modificaciones cerebrales cuando se lleva un tiempo meditando. Hay varios tipos que nos permiten trabajar nuestra mente, nuestras emociones o desarrollar cualidades personales como el sentimiento de compasión o autocompasión. Y también diversas técnicas como yoga, cánticos, mantras,…
Por lo tanto, y como opinión personal, relajarnos podría considerarse como un descanso. El mindfulness puede llevarse a la práctica en nuestra vida cotidiana, viviendo con una atención continua al momento presente. Y finalmente la meditación ya sería algo más formal y que involucra un mayor compromiso. De ahí, que en ocasiones, se haga a veces la distinción entre practicar mindfulness y practicar meditaciones que pueden ser de tipo mindfulness.