Centrando nuestra atención

Dentro de lo que se conoce como mindfulness, del que ya hable en una anterior publicación (aquí), o de lo que también se nombre como llevar una vida mindful, se busca potenciar el estar más en contacto con aquello que está ocurriendo en el momento presente. Ser consciente de lo que estamos pensando o sintiendo en un momento determinado sin necesidad de evitarlo ni de permitir que controle nuestras acciones. Dicho a grosso modo.

Enlazando con ello, quiero continuar la reflexión de hoy con una frase que se atribuye a Lao Tse: “Si no cambias la dirección puedes terminar en el lugar al que te diriges”.

¿Cómo enlazan ambas partes? La verdad es que si analizamos la frase en profundidad, no está realmente diciendo que vayamos en una dirección equivocada. Pero ¿eres consciente de en qué dirección estás caminando? Si yo voy caminando por la vida en una dirección, sin analizar si dicha dirección me lleva a donde yo quiero ir, efectivamente terminaré en el punto al que me dirijo. Pero la verdad es que no sé si en un punto en el que realmente quiero estar. Si soy consciente de que la dirección que llevo es la que me lleva a donde quiero estar, una dirección que hace que mi vida tenga sentido, será por ese camino por donde tenga que seguir. Pero antes tendré que corrobarlo.

¿Te has parado a analizar, a contactar con tu realidad, para ver si la dirección a la que tus pasos te llevan, se dirige al lugar que quieres ir? Para, analiza, hazte consciente, y sigue o cambia. Y recuerda, a veces ir hacia el lugar que hace que nuestra vida sea más plena, no es fácil y tenemos que caminar con malestar (miedo, ansiedad, tristeza, …).


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