Eventos internos

Hoy toca una publicación de reflexión, con un gran componente conductista, que veremos si consigo explicar. Menudo jardín.

Cuando hacemos un análisis de conducta, debemos tener cuidado con poner sobre la mesa solo las conductas que son observables. Desde la ciencia más conductual, aquella que Skinner presentó como conductismo radical (no por extremista sino como raíz), se tiene en cuenta a la hora de hacer un análisis también los eventos internos que surgen, los cuales pueden ser en sí mismos antecedentes y consecuentes, y también conducta, en este caso conducta no observable.

Si pienso que tengo que levantarme, y ello me produce malestar, quedarme en la cama sería una conducta (observable) al servicio de esos eventos internos que experimento. Metamos el dedo en la llaga. Está al servicio de la evitación de unas reglas internas. ¿Cuáles podrían ser? Por ejemplo, “si salgo a la calle me voy a sentir mal”. O “tengo que quedarme en la cama para estar seguro”. Hay muchas más posibilidades.

“Tengo que controlar mi ansiedad para hacer lo que es importante”. Si ante esta regla, yo lo que hago es observarla (conducta no observable externamente), me permitirá relacionarme con esa regla desde lo que en ACT se denomina Yo observador, y que bien trabajado, me llevará a hacer lo que es importante aunque exista esa ansiedad (esto que haga ya sí puede ser observable, quedar con amigos, estudiar, jugar con mis hijos,…).

Si por el contrario, la conducta no observable es creer en esa autorregla, la conducta que pondré en marcha irá al servicio de obedecer esa regla (soplar una bolsa, alejarme de lo que me provoca ansiedad, encerrarme en casa,…).

Por lo tanto, esos eventos internos pueden ser los que disparen las conductas y hay que analizarlos (esto es fácil de entender). Pero también debemos tener en cuenta que muchos de esos eventos son también conducta (pensar, sentir, observar, rumiar…), y con ello tenemos que “jugar” para conseguir una mejora, y poder así debilitar esas reglas internas que no nos son útiles en nuestra vida.


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